Aquel punto de inflexión, me llevó a licenciarme en Psicología en el año 2012. Y desde entonces
no he dejado de formarme en el ámbito de la psicología y la salud integrativa,
especialmente en psicología transpersonal, terapia corporal y danzaterapia.
En la actualidad, compagino mi trabajo de formación, impartiendo cursos y talleres, con el de terapeuta.
Otro punto de inflexión en mi vida, fue dar a luz a un bebé muy prematuro.
La
mejor y peor experiencia de mi vida hasta entonces, de la que he aprendido y sigo aprendiendo muchísimo cada día.
Y la mayor catarsis vital lo estoy atravesando ahora. Después de perder a mi segundo hijo a las 6 horas de nacer. Y a mi padre, tres semanas más tarde.
Obviamente,
mucho de mí también murió con ellos.
Así que, inevitablemente y sin querer romantizar el dolor, la muerte me está enseñando mucho en este momento de mi vida.
Ellos están siendo mis mayores maestros.